El pleito por el título mundial pluma entre el campeón Jonathan Barros y el retador Celestino Caballero produjo un resultado tan controversial que pudiera provocar una revancha directa ordenada por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
En opinión de la gran mayoría de los expertos, el panameño Caballero hizo los méritos para ser declarado vencedor, pero solo uno de los tres jueces (César Ramos) dio un veredicto a su favor. Los otros dos (Sergio Caiz y Denny Nelson) concedieron la victoria al campeón Barros.
Hay que reconocer que fue un combate complicado, que por momentos se tornó brusco. Hubo dos caídas oficiales, ambas producidas por Caballero a Barros, pero resulta curioso observar que en la del noveno asalto, uno de los jueces desconoció el hecho en su puntuación.
A pesar de que el árbitro Luis Pabón llamó la atención en una ocasión al campeón Barros por golpear en la nuca al retador, este hecho continuó repitiéndose a lo largo del pleito sin que se produjera descuento de puntos al campeón, lo que puede considerarse como una actitud “permisiva” del tercer hombre en el enlonado. También hay que reconocer que el retador Caballero conectó golpes ilegales en la espalda del campeón.
Más que enfatizar en el hecho de que me pareció que Caballero fue el ganador, quiero hacer un análisis técnico de la puntuación de los jueces Sergio Caiz, César Ramos y Denny Nelson, para extraer algunas conclusiones que nos permitan comprender mejor la evaluación de los oficiales.
Asaltos coincidentes
Lo primero que se evalúa en peleas conflictivas, es determinar en cuáles asaltos los jueces tuvieron coincidencia en su valoración del round. En este caso, de los doce (12) asaltos de la pelea, en seis (6) de ellos los tres jueces “vieron lo mismo”.
Se trata de los asaltos 1, 3, 4, 5, 7 y 12. De esos seis asaltos coincidentes, en cuatro de ellos la ventaja fue para BARROS y solo en dos, para CABALLERO, de la siguiente manera:
Asalto 1. 10-8 Caballero
Asalto 3. 10-9 Barros
Asalto 4. 10-9 Barros
Asalto 5. 10-9 Barros
Asalto 7. 10-9 Caballero
Asalto 12. 10-9 Barros
Si esta pelea tuviese que definirse por los asaltos coincidentes o unánimes, entonces el ganador debería ser el campeón Barros.
Lo primero que llama la atención aquí es que el asalto 9, donde Caballero derriba a Barros no haya sido un asalto coincidente 10-8 a favor del panameño. En este asalto, el juez Denny Nelson votó 10-9 a favor de Caballero y no 10-8, como debió ser.
Otra conclusión es que los asaltos coincidentes favorecen a Barros, 4-2. O sea, que la parte indiscutible y clara del combate es a favor del Campeón, porque aún si el asalto 9, hubiese sido coincidente a favor de Caballero, hubiese quedado 4-3 a favor de Barros el cómputo de asaltos coincidentes.
Asaltos mayoritarios
Consideramos asaltos mayoritarios aquellos donde una mayoría de jueces (dos de tres) vota a favor de uno de los dos boxeadores. Estos asaltos son los que provocan las disparidades en las puntuaciones de los oficiales en un combate de boxeo. Por lo regular son asaltos relativamente parejos que provocan que los jueces discrepen en sus puntuaciones.
En este caso tenemos que seis de los doce asaltos encajan en este aspecto, siendo ellos los asaltos 2, 6, 8, 9, 10 y 11, de la siguiente manera:
Asalto 2. 10-9 Caballero
Asalto 6. 10-9 Caballero
Asalto 8. 10-9 Barros
Asalto 9. 10-8 Caballero
Asalto 10. 10-9 Barros
Asalto 11. 10-9 Caballero
Si la pelea se definiera por asaltos mayoritarios, entonces el ganador hipotético de esta pelea sería el retador Celestino Caballero.
Como vemos, en este renglón los asaltos mayoritarios favorecen al retador Caballero por 4-2 sobre el campeón Barros. Si sumáramos los asaltos coincidentes con los mayoritarios, entonces tendríamos que Barros ganó 6 y Caballero ganó 6, lo que provocaría un pleito EMPATE.
OJO, hay una incidencia que no se puede dejar pasar por alto, y es que en el pleito hubo dos caídas oficiales, ambas a favor del retador Caballero. Una caída en el boxeo es la representación más gráfica e indiscutible del efecto de un golpe. Por ello, se establece la puntuación de 10-8 a favor del que colocó el golpe. O sea, que pase lo que pase en ese asalto, el púgil que derribó NO LO PUEDE PERDER. Podrá incluso ampliar su ventaja a 10-7 si además de la caída demuestra una evidente superioridad manifiesta que amplía aún más su ventaja.
La única posibilidad de que esto no se contabilice de esta manera, es que el peleador que hubiese caído, se haya recuperado de tal manera que prácticamente le dio una paliza al que lo había derribado.
Ese no fue el caso en el asalto 9, donde el juez Nelson votó 10-9 a favor de Caballero, cuando debió votar 10-8.
Discrepancia
Ahora analicemos qué juez discrepó en cada uno de esos asaltos que son mayoritarios.
En el asalto 2, discrepó CAIZ, a favor de Barros.
En el asalto 6, discrepó NELSON a favor de Barros.
En el asalto 8, discrepó RAMOS a favor de Caballero
En el asalto 9, discrepó NELSON a favor de Barros
En el asalto 10, discrepó RAMOS a favor de Caballero
En el asalto 11, discrepó NELSON a favor de Barros
O sea, que de las seis discrepancias, cuatro fueron a favor del campeón Barros. Este hecho, en mi opinión, es clave para comprender el resultado final del combate con el cual el campeón retuvo su faja.
La otra conclusión que se refleja a la vista es que de los tres jueces, el que más discrepó fue NELSON, y en las tres ocasiones lo hizo a favor del campeón Barros.
CAIZ solo tuvo una discrepancia y también fue a favor de Barros.
RAMOS, el único juez que votó a favor de Caballero, tuvo dos discrepancias con sus congéneres, y ambas a favor del retador Caballero.