Ángel “Tito” Acosta retuvo anoche su cetro mundial junior mosca de la Organización Mundial de Boxeo al noquear técnicamente en el duodécimo asalto al nicaragüense Carlos Buitrago.
Por Víctor Pillot Ortiz
El desenlace se produjo a los 1:43 del asalto final cuando el árbitro Luis Pabón se interpuso entre los boxeadores entendiendo que el nicaragüense había sufrido demasiado castigo. Buitrago había visitado la lona segundos antes al sentir el efecto de las combinaciones del boricua.
“Bien contento y agradecido con Dios que me dio la oportunidad de defender mi título en Puerto Rico”, dijo Acosta.
El púgil del Barrio Obrero dijo que la experiencia de Buitrago lo hizo trabajar mucho más de lo que esperaba.
“Tuvimos trabajando (en eso). La esquina me estaba diciendo que lo caminara a la derecha que cogía la derecha, pero el es un boxeador experimentado”, reconoció Acosta, quien puso su récord en 18-1, con 18 nocauts. “Sí, Buitrago fue un rival bastante fuerte, muy experimentado”.
Luego de un primer asalto parejo, Buitrago salió a noquear tirando fuertes golpes con ambas manos y en un intercambios en la esquina azul (del nicaragüense le llegó con un gancho de izquierda al rostro del boricua y mantuvo la ventaja en los intercambios para llevarse el giro. Pero el campeón boricua conectó los mejores golpes en los próximos capítulos, especialmente acorralando al retador contra las cuerdas donde llegó, en el tercer giro con seis sólidos golpes a la cabeza que fueron asimilados por Buitrago.
El constante ataque que realizó Acosta al cuerpo de su rival llevó al nicaragüense a protegerse la ‘zona blanda’. Pero de los asaltos ocho al 10, el nicaragüense cogió un segundo aire y volvió a meterse de lleno en la pelea antes de que Acosta volviera a dominar en el 11 y eventualmente el 12.
“En el 7 él estaba bajando un poco la intensidad”, dijo Acosta, al referirse que se vio en enlonado el resultado de los golpes al cuerpo que le propinó a Buitrago.
Asimismo, Acosta reconoció que Buitrago, ahora con foja de 30-4-1 y 17 KO’s, lo llegó a conectar sólidamente “en tres ocasiones y me dio una recta buena (que lo lastimó)”.