El británico Anthony Joshua conservó anoche sus coronas mundiales del peso pesado (IBF, WBA, IBO) al imponerse con autoridad a Carlos Takam, aunque el púgil camerunés demostró una notable capacidad de aguante.
Más joven (28 años por 36) y pesado que Takam (115,6 kgs por 102,3), Joshua fue el amo del combate de principio a fin y elevó a 20 sus victorias profesionales, todas por KO, en un Millenium Stadium de Cardiff (Gales) repleto con más de 75.000 espectadores. Los árbitros pararon la pelea en el 10º asalto y dieron el triunfo a Joshua por KO técnico. A excepción deWladimir Klitschko, que cayó en el 11º asalto, nadie había aguantado tanto tiempo en pie ante el británico.
Joshua sangró por la nariz tras un choque de cabezas en el segundo asalto, pero fue un incidente que el británico encajó sin problemas. De hecho, en el cuarto asalto, el campeón ya envió por primera vez al suelo a Takam al conectar un gancho de izquierda que dejó al camerunés con una seria herida en la ceja sangrando. Los médicos le dejaron seguir peleando, pero el aspirante siempre fue a remolque.
Segunda herida
Joshua abrió una segunda herida a su rival en el séptimo asalto y los árbitros decidieron parar la pelea en el 10º a pesar de que Takam quería continuar en el ring. Con nacionalidad camerunesa y francesa, Takam sustituyó al aspirante original de Joshua, el búlgaro Kubrat Pulev, baja hace dos semanas por una lesión de hombro después de rumores de un supuesto positivo en septiembre.
Joshua no peleaba desde su victoria sobre Wladimir Klitschko en abril pasado, un triunfo que aumentó su pedigrí en el mundo del boxeo. De hecho, ahora es una de las grandes figuras del cuadrilátero, tal como demuestra el hecho de que 70.000 de las 75.000 localidades de Cardiff se vendiesen en apenas 12 horas.
