Anthony Joshua, el ex campeón de peso pesado de Inglaterra, viene de propinar un brutal nocaut sobre Robert Helenius en el séptimo asalto el pasado sábado por en el O2 Arena de Londres.
El oponente original de Joshua, Dillian Whyte, fue expulsado de la pelea después de que se anunció que había dado positivo en una prueba anti-dopaje.
La victoria marca la segunda consecutiva de Joshua desde sus derrotas consecutivas ante el campeón unificado de peso pesado de la OMB, la AMB y la FIB, Oleksandr Usyk de Ucrania. Joshua ha estado trabajando para construir su camino de regreso a la contienda por el título bajo la dirección del veterano entrenador Derrick James.
“Obviamente no puedo ir a las filas superiores y ver a todos,” dijo Joshua a BBC 5 Live Boxing, refiriéndose al momento en el que salió del ring a saludar a los fanáticos. “[Los fanáticos] gastan el dinero que tanto les costó ganar y solo quería asegurarme de presentarles sus respetos. Eso es lo importante».
“Iba a caminar de regreso a mi vestuario [en lugar de quedarme para las entrevistas]”, continuó Joshua. “[El boxeo] es un deporte de gladiadores. He tratado de promover el boxeo británico en gran medida al comienzo de mi carrera y, obviamente, sufrí algunas derrotas y [ahora] puedo ver de qué se trata realmente la gente. Solo quiero hacer lo mío».