Julio César Chávez Jr. intercambia insultos con Óscar De la Hoya

 

Univision.com

Geovany Guerrero

MÉXICO – El pasado 29 de enero Julio César Chávez Jr. derrotó a Billy Lyell por decisión unánime en Culiacán, sin embargo su actuación dejo muchas dudas en el aire.

Óscar De la Hoya, otrora campeón del mundo y hoy un ilustre promotor, publicó en su cuenta de Twitter el 30 de enero: ‘ Ví a Chávez Jr. anoche, lo siento, pero él no tiene nada, no tiene fuerza en sus puños, sin embargo le deseo suerte’. Una crítica desde mi punto de vista nada alejada de lo que pasó arriba del ring entre ‘JC’ y Lyell.

Chávez Jr. no tardó en contestar el golpe que había lanzado el ‘Golden Boy’, dejo caer la furia, que le faltó en el cuadrilátero, sobre De la Hoya.

‘Le apuesto a Óscar De la Hoya mi bolsa a que lo vuelvo a mandar al retiro y le deseo lo mejor en su carrera de promotor’ comentó el ‘Hijo de la Leyenda’ por la red social.

No conforme siguió con la candela: ‘Invito a Óscar De la Hoya a que descuelgue los guantes y que nos enfrentemos en peso medio en Septiembre’ finalizó el mexicano.

El reto está lanzado, pero dudo mucho que De la Hoya acepte el reto. La última pelea del ‘Golden Boy’ fue contra Manny Pacquiao el 6 de diciembre del 2008. Óscar fue practicamente vapuleado por el filipino, para el noveno round ya no salió a combatir por consejo de su esquina encabezada por ‘Nacho’ Beristain quien le dijo a su pupilo que ya no arrastrara el prestigio.

Una simple crítica no va a hacer que De la Hoya suba al ring, y menos frente a Chávez Jr. que ha enseñado poco en sus últimas peleas, este pleito el único morbo que tendría sería que Óscar De la Hoya venció dos veces a Julio César Chávez padre, y ahora el hijo viene como vengador frente a un retirado ‘Golden Boy’ de recien cumplidos 38 años.

Algo de lo que mucho que todavía tiene que aprender Julio César Chávez Jr., es aceptar las críticas vengan de quien vengan, como decía mi abuelo, ‘Para qué te metes de payaso, si no vas a aguantar las carcajadas’ el ‘Junior’ sabía que tendría los ojos del mundo del boxeo encima de él, simplemente por su nombre.