Por: Juan Carlos Tapia, Lo Mejor del Boxeo
Lo sucedido recientemente en Puerto Rico con la pelea de Orlando Salido y Juanma López, nos hace retomar un aspecto que pensábamos estaba superado en el boxeo moderno. El tema de la neutralidad de los oficiales en una pelea de campeonato mundial.
Frente a tantos casos polémicos que se presentaron en el pasado, se ha comprobado la necesidad invariable de que las personas que imparten justicia en un pleito boxeril de título mundial sean absolutamente neutrales.
Por experiencia de tantos años que serví como juez de boxeo, he podido comprender que el nacionalismo es más fuerte que la imparcialidad, y por mucha preparación que se tenga, siempre se corre el riesgo de ser influido por la simpatía hacia el boxeador del cual se es compatriota.
Con mucho respeto y aprecio que le tengo a Paco Valcarcel, el presidente de la OMB, debo señalarle que esta situación no se debe repetir.
Pienso que para César Ramos y Roberto Ramírez padre, el ser designados en este combate de tan alto perfil, le plantea un problema innecesario.
De César discrepo con la puntuación que llevaba, la cual favorecía a Juanma al momento del desenlace, pero a Roberto lo felicito por la forma tan atinada y precisa con la que detuvo las acciones.
De la misma forma deploro las declaraciones de Juanma López, posteriores a la pelea. Conozco a Roberto y puedo dar fe de su rectitud. Decir que Ramírez iba a favor de Salido porque es un apostador, es una ofensa que no puede quedar en el aire.
Si yo fuera Roberto Ramírez, demandaría a Juanma por semejante calumnia. Repito, estas cosas no se deben volver a repetir, y ojalá que le sirva de referencia a los otros organismos que rigen el boxeo.