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MASHANTUCKET — El boxeador argentino Sergio Maravilla Martínez se consolidó como uno de los mejores libra por libra del momento con una contundente victoria por nocaut técnico en el octavo round sobre el zurdo ucraniano Sergiy Dzinziruk, en el MGM Grand Theater del Foxwoods Resort Casino.
Con su victoria, Martínez se quedó con el título Diamante de peso mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
El argentino realizó una gran pelea, en la que derribó cinco veces a su rival: una en el cuarto round, otra en el quinto y, finalmente, tres veces en el octavo, obligando al árbitro Arthur Mercante Jr. a detener el combate.
Desde un inicio, Maravilla realizó un plan de pelea muy inteligente. Le cedió la iniciativa a Dzinziruk, pero cada vez que el ucraniano lo buscaba, Martínez respondía con mucha movilidad para esquivar los golpes y contraatacar con golpes precisos y potentes.
Así llegó la primera caída en el cuarto, y repitió sobre el final del quinto, cuando parecía que Dzinziruk podía llegar a amenazar en base a puro coraje. Pero con la misma izquierda que noqueó espectacularmente a Paul Williams el año pasado, Martínez lo envió a la lona. Estas dos caídas habían sido las primeras que sufría el púgil ucraniano tanto en su etapa de aficionado como de profesional.
En el sexto y séptimo round, Dzinziruk emparejó las acciones e incluso le provocó un pequeño corte al argentino, pero en la vuelta siguiente Martínez liquidó el pleito.
Una vez, con su característica guardia baja, hizo que Dzinziruk saliera a buscarlo, y en cada cruce le hizo sentir su potencia. Después de la primera caída, hubo una segunda de la que parecía que Dzinziruk ya no se recuperaría. Al ucraniano todavía le quedaba resto, pero Martínez lo volvió a derribar, marcando el final de la pelea.
Con esta victoria, Martínez llevó su récord a 47-2-2, con 26 victorias antes del límite. Y además se consolidó como uno de los mejores boxeadores libra por libra, algo que él mismo se encargó de remarcar.
«Que venga Mayweather, Pacquiao, quien sea», dijo Martínez. «Mi objetivo es ser el mejor libra por libra del mundo».
Martínez, de 36 años de edad, que retuvo el título mediano al vencer por la vía rápida al estadounidense Paul Williams, el pasado noviembre, fue despojado de su corona al principio del presente año.
Pero la pelea entre Martínez y Dzinziruk era por el título emérito del peso mediano del CMB y su victoria le dejó un cinturón con un diamante de 50.000 dólares.
El peleador argentino mostró una supremacía indiscutible al superar al ucraniano, campeón de peso mediano Jr. de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), porque a pesar de que mostró valentía, sus recursos técnicos fueron insuficientes para hacer frente a Martínez.
El argentino trabajó a Dzinziruk ( 37-1, 23 nocáuts) con fuertes jabs, que le abrieron la defensa fácilmente y que le permitieron alcanzar el rostro del ucraniano.
Martínez no tuvo en su esquina a su entrenador Gabriel Sarmiento, pero hizo un combate que le permitió superar al ucraniano, quien subió a las 160 libras para enfrentarse al argentino.
Aunque ingresó al cuadrilátero como invicto, campeón de las 154 libras de la OMB desde el 2005, y haber realizado seis defensas de la corona, Dzinziruk no ha tenido enfrente a rivales destacados en su división como Miguel Ángel Cotto, Paul Williams o Antonio Margarito.
Martínez le arrebató el título del peso mediano a Kelly Pavlik, y luego lo defendió al poner fuera de combate a Paul Williams en el segundo asalto el año paso y fue nombrado Boxeador del Año 2010.
Martínez es el segundo argentino en recibir el reconocimiento «Sugar Ray Robinson Fighter of the Year», después de que lo ganara Carlos Monzón en 1972.