Por: Renato Gulli, especial para Lo Mejor del Boxeo
Venció, en el Luna Park, por puntos, en fallo dividido, al mexicano Orucuta y conservó –por séptima vez– el cinturón OMB supermosca. “Hice una pelea inteligente y gané bien”, aseguró el campeón. En el semifondo, el invicto Castaño noqueó, en 2, a Vélez.
Cuando Jimmy Lennon Jr anunció que había fallo dividido, cualquiera de los dos resultados podía ser aceptado. Y es que si bien el argentino Omar “Huracán” Narváez (39-1-2, 20 KOs) obtuvo la victoria en las tarjetas, no fue una brillante presentación contra el peligroso mexicano Felipe “Gallito” Orucuta (27-2-0, 23 KOs). Más bien, fue una pelea cerradísima, con muchos rounds de apreciación. De esas de las que se admite discusión. Desde nuestra óptica, el campeón pudo defenderse muy bien y de contra-ataque superar al retador, que lo buscó todo el combate.
La primera tarjeta, la de William Lerch (EEUU), fue 118-110 para Orucuta. Luego, se supo el 115-113 para Narváez, del americano Roark Young. Y, con la expectativa generada, el anunciador leyó el 115-113 de José Roberto Torres (Puerto Rico) a favor del campeón. Este sitio tenía 115-114 para el argentino de Chubut.
A priori, se esperaba que la contienda del sábado por la noche sea uno de los más difíciles retos para este Narváez de 37 años –y lo fue–. Puesto que Orucuta –diez años más joven– amenazaba con su cantidad de nocauts conseguidos (23 en 27 victorias), su estatus de número 1 del ranking supermosca de la Organización Mundial (OMB) y su ventaja en altura (10 centímetros más alto).
Por ello, el campeón tomó el centro del ring para estudiar la situación en el primer asalto. Tras un giro de mucha cautela y pocos golpes, Narváez (52 kilos) se posicionó en la parte exterior del cuadrilátero, para pelear de contra, y Orucuta (52,050 kilos) aceptó ser quien deba ir para adelante, durante todo el combate.
En los primeros cuatro rounds, el argentino controló las acciones en base a buena defensa de bloqueos y esquives, sumado a rápidas réplicas de cross de derecha y recto de izquierda. El mexicano presionó todo el tiempo con golpes al cuerpo, muchas veces bloqueados, y otras tantas con envíos de escasa potencia.
En el quinto episodio, “Gallito” sí fue claramente superior, ya que desbordó al campeón con impactos al cuerpo y también a la cabeza. Sin embargo, tras un aislado golpe, sufrió un corte arriba de su ceja derecha.
La clave del combate se dio del sexto asalto al noveno. Narváez apostó a la defensa, con una buena guardia cerrada y movimientos evasivos rápidos. Por su parte, Orucuta persiguió a su rival, capítulo tras capítulo, tirando descargas al cuerpo, pero recibía siempre los golpes más claros a la cabeza por parte del campeón. El recto de izquierda de “Huracán” fue el impacto que hizo la diferencia en este período del match.
Hacia el final de la contienda, el retador aprovechó un quedo en el campeón y salió a revertir la cuestión. Siguió presionando con envíos a las zonas blandas, aunque muchas veces derivaron en golpes bajos, por los cuales fue advertido por el árbitro Samuel Viruet, quien no le descontó ningún punto. Orucuta fue superior en los últimos tres episodios, los llamados rounds del campeón. No obstante, la diferencia obtenida por Narváez en más de la primera mitad de la pelea le terminó dándole la victoria al argentino y le permitió retener la corona con lo justo, sin sobrarle nada.
Este triunfo fue la pelea mundialista número 26 para el chubutense, quien inicialmente fue campeón mosca de la OMB, por siete años (de 2002 a 2009) y obtuvo un récord de 16 defensas. “Huracán” es monarca supermosca de la misma entidad desde 2010 y esta fue su séptima exposición exitosa. Su único vencedor es el filipino Nonito Donaire, quien lo derrotó por puntos (en 2011), en el teatro del Madison Square Garden de New York, cuando estuvieron en juego los cinturones del Consejo Mundial (CMB) y la OMB de la categoría gallo.
Por su parte, Orucuta es la primera vez que disputa un titulo del mundo y sufrió su segunda derrota. El primer revés fue contra el mexicano Daniel Rosas, quien lo venció en las tarjetas en fallo controversial, en 2010. A pesar de la caída, esta pelea es un paso ascendente para “Gallito”, quien seguramente seguirá siendo el #1 del listado de las 115 libras y se le augura –dentro de la entidad con sede en Puerto Rico– un futuro de campeón mundial.
Más allá del fallo divido, el campeón se sintió ganador al 100 por ciento: “Creo que gané la pelea; no hay dudas. Me parece que las dos tarjetas a mi favor estuvieron bien y el que vio 118-110 para él… la verdad no sé qué vio”.
“Hice una pelea inteligente, nada de locuras. La gente ya me conoce. Yo voy siempre de menos a más. Y así gané esta noche”, explicó Narváez.
Acerca del mexicano, el argentino dijo: “Le gané al boxeador más peligroso de la categoría. Para mí, Orucuta siempre fue más que Daniel Rosas”.
Cuando le consultaron respecto de sus próximos pasos, Narváez manifestó intenciones de seguir peleando: “Mi futuro lo decide mi manager (Osvaldo Rivero). El dirá con quién peleo, tiene mi plena confianza”.
Castaño sigue noqueando
En un semifondo de alto impacto, el invicto bonaerense superwelter Brian Carlos Castaño (4-0, 3 KOs) sacó de combate (KOT) en el segundo round al cordobés nacido en Necochea (Buenos Aires) César Humberto Vélez (12-4-1, 5 KOs).
La contienda –pactada en las 154 libras– tuvo acción desde el principio ya que Vélez (66,750 kilogramos) intentó avasallar a Castaño (68,200 kilos) yendo al frente con impactos arriba y abajo. De hecho, logró conectar bastante a su oponente. Sin embargo, el ex integrante de la selección nacional amateur –que sufrió un corte en un choque de cabezas–, con mejor técnica, pudo controlar las acciones.
Ni bien sonó la segunda campana, Castaño salió al ataque con potencia. Y con una combinación de golpes rectos de derecha y gancho izquierdo al cuerpo derribó a Vélez, quien se puso de pie, con intenciones de continuar. Sin embargo, el bonaerense lo acometió nuevamente con un vendaval de impactos, con los que llevó a su rival al borde de una segunda caída, cuando el árbitro Jorge Basile detuvo las acciones y decretó el nocaut técnico.
Castaño, de 23 años, es una de las promesas más importantes del boxeo argentino. Venía de triunfar –por puntos– en una de las peleas más espectaculares de su breve carrera, contra el ucraniano Sergiy Derevyanchenko, un invicto doble campeón individual de peso mediano (73 kilos) de la Liga Mundial de boxeo, una competencia semi-profesional organizada por la AIBA. Esa victoria y sus primeros tres nocauts en el profesionalismo han generado, incluso, el interés de la TopRank para sumarlo a su escudería.
Cuenca, por puntos, como siempre
El imbatido campeón OMB latino superligero, César René “Distinto” Cuenca (45-0, 2 KOs), venció por puntos, en 10 giros, a Gustavo “Terrible” Bermúdez (16-10-2, 6 KOs) y retuvo su faja continental.
Cuenca (62,900 kilos) superó a su rival durante casi toda la pelea, pero la falta de oposición de Bermúdez (62,100 kilogramos) hizo que el campeón quede deslucido, ya que la ofensiva no es su arma más potente. Justamente, su apodo, el “Distinto”, lo obtuvo por ser un boxeador de excelente defensa y técnica, que se luce cuando lo atacan, pero carece de punch.
El público del Luna Park no es gustoso de este estilo de púgiles. Por ello, la victoria de Cuenca fue reprobada por la gran mayoría, aunque el chaqueño sigue invicto y #5 del ranking OMB de las 140 libras, esperando por la ansiada chance mundialista desde hace ya casi 10 años.
Completaron la cartilla:
Marcos Ahumada GKO4 Alejandro Valori, en mediopesado.
Luis Garay GP4 Nicolás Martínez, en mediano.
Alejandro Ramírez GKOT3 Aldo Villalba, en welter.