Siempre que el exboxeador estadunidense Mike Tyson difunde un video en redes sociales mostrando su fortaleza y entrenamientos, los fanáticos confirman la agilidad y potencia a la que un retirado ‘Iron Mike’ se desplaza, al tiempo que rememoran los combates más espectaculares del excampeón y lo que representó para el boxeo.
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Pero desde que el de Brooklyn anunció que volvía al gimnasio «para ponerme en forma y poder boxear en tres o cuatro asaltos para organizaciones benéficas y cosas así», dichos vídeos empezaron a ser vistos de otra manera.
Desde entonces hay quien ha hablado de las posibilidades del de Brooklyn, pese a sus 53 años, como su exentrenador Jeff Fenech, que aseguraba que Mike ‘aniquilaría’ fácilmente a Deontay Wilder si se lo propusiera. Otro como George Foreman le aconsejaba que no se le ocurra pelear de manera profesional. El último en entrar en el debate fue Óscar de la Hoya.
El angelino, tras ver el vídeo de Tyson, subrayó: «Estoy seguro de que si entrena para hacer 12 asaltos, ahora mismo el estaría listo para noquear a cualquier peso pesado».. Recordemos que el último combate del campeón tuvo lugar en junio de 2005, donde fue derrotado por Kevin McBride.
No obstante, Iron reconoce que el camino para ponerse en forma le está costando, y que volver a ponerse los guantes «ha sido duro» porque le «duele» y su cuerpo está algo deteriorado. «Siento como si tres tipos me hubieran pateado el trasero», contó.
Por cierto, hasta Donald Trump ha reaccionado al vídeo de Tyson, y ha animado a su amigo, a que «siga golpeando».
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