Otro escalón en la carrera de Broner el sábado

Por: Diego Morilla http://espndeportes.espn.go.com/news/story?id=1567737&s=box&type=column

Los elementos de juicio necesarios para definir a un boxeador como una «promesa» a futuro son numerosos, pero todos tienen que estar a la vista desde sus inicios para poder proyectar su crecimiento e imaginarlo en su desempeño ante desafíos mayores. Y el protagonista de la velada de este próximo sábado desde Cincinnati, Ohio, cumple con esos requisitos y muchos más.

«Yo siento que si alguien pelea conmigo es porque trata de sacarle la comida de la boca a mis hijos, y él es el enemigo», afirma Adrien Broner (23-0, 19 KOs), actual monarca ligero Jr. de la Organización Mundial de Boxeo, mientras se apresta a defender su faja en su ciudad natal ante Vicente Escobedo (26-3, 15 KOs) l sábado [HBO, 10 p.m. ET/PT].

Broner viene de haber destruido al retador obligatorio Eloy Pérez en lo que fue la primera defensa del campeonato [que estaba vacante ne ese momento] que obtuvo ante el argentino Vicente Rodríguez en noviembre pasado.

“Yo no trato de ser como Floyd. Pero la primera vez que vi a Floyd me enamoré de su estilo, y vi muchas cosas que él hace que yo puedo hacer. Y eso es lo que hago. Saco algo de su estilo y lo pongo en el mío.

— Adrien Broner sobre las comparaciones con Floyd Mayweather Jr.

Con ese comentario, Broner da cuenta de una de las mayores virtudes que puede tener un peleador: el deseo de triunfo. Pero todas las demás virtudes son las que más cuentan sobre el ring, y esas también ya forman parte del repertorio de un Broner que no parece tener techo a la hora de demostrar su potencial.

A pesar de que no ha tenido mayores desafíos en su marcha al campeonato, Broner, de 22 años de edad, se ha ocupado de exhibir todo su talento en cada oportunidad que se le presenta. Cualquier otro campeón hubiese tomado mayores recaudos en una pelea ante un peleador como Pérez, señalado por muchos como un futuro campeón en su división. Pero Broner simplemente se tomó un par de asaltos de estudio para terminar arrasando con su rival de manera apabullante, demostrando una velocidad y una pegada realmente impresionantes para su edad y para su tamaño.

Y es su tamaño lo que hará que este combate sea ligeramente más desparejo de lo que se piensa. Aún cuando Broner hace un esfuerzo por no subestimar a su oponente.

«Esto no va a ser una pelea sencilla de puro trámite para mí, ¿sabes?», asevera Broner con respecto a su rival. «Esto es un paso adelante. Pero no importa quién está del otro lado del ring. Yo tengo que ir a buscarlo. Yo sé que tengo un talento que Dios me dio, y tengo que usar todo ese talento que Él me ha dado para entrenar con todo y salir y divertirme en el ring».

Y por favorito que sea, seguramente Broner hace bien en no tomarse el desafío a la ligera. Escobedo, oriundo de Woodland, California, es un ex boxeador olímpico con varias victorias notables en su haber. Rocky Juárez, Carlos Hernández y Kevin Kelley se cuentan entre sus víctimas y apenas tres derrotas, todas ellas por puntos, y dos en fallos divididos, ante rivales como Robert Guerrero, Michael Katsidis y el boricua-dominicano Daniel Jiménez. Sus virtudes están más que claras, pero también está claro que se las verá complicadas para igualar la velocidad de manos y piernas de un Broner que está a punto de dar el salto a una división superior, y que ya demuestra rasgos del boxeador con el cual empiezan a compararlo.

«Yo no trato de ser como Floyd», afirma Broner, en referencia a las comparacions con Floyd Mayweather Jr., el número uno del mundo libra por libra. «Pero la primera vez que vi a Floyd me enamoré de su estilo, y vi muchas cosas que él hace que yo puedo hacer. Y eso es lo que hago. Saco algo de su estilo y lo pongo en el mío, y una vez que subo al ring ya soy yo mismo».

Entre los rasgos que incitan esas comparaciones se encuentra la defensa al estilo Filadelfia, o «defensa con giro de hombro» tan típica de Mayweather, además del balance tan centrado que lo caracteriza, pero también se vislumbra su influencia en la incontenible verborragia de Broner, algo inusual para un boxeador tan joven. Su manía de hacer que su padre lo peine sobre el ring tras sus combates y su habilidad para rapear antes y después de las peleas lo transforman en un personaje tan o más colorido que el propio Mayweather Jr., y en esa suprema confianza personal reside también una de sus mayores virtudes.

«Yo siempre quise ser campeón mundial», concuerda Broner. «Toda mi vida. A los 13 años, le dije a mi mamá que quería ser campeón mundial. Pero he oído que si algo es difícil de lograr, es más difícil de mantener. Y ahora que tengo este título mundial realmente entiendo lo que quieren decir».

Este sábado, el plan de Broner es hacerle entender a Escobedo que sus intenciones son serias. Y si continúa peleando como hasta ahora, nada indica que vaya a tener mayores inconvenientes en lograrlo.

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