Por Diego Morilla ESPNdeportes.com
La cartelera de este sábado en el MGM Grand de Las Vegas ha convocado a decenas de medios de alrededor del globo terráqueo. Solamente de las Filipinas hay casi medio centenar de medios acreditados para esta gigantesca cobertura. Y eso no es solo para el combate principal. La cartelera previa ha atraído una atención especial debido a un combate en particular: el choque entre Jorge Travieso Arce y Wilfredo Papito Vázquez Jr.
«Estoy muy contento de pelear antes de Pacquiao y Mosley. No sé qué va a pasar el sábado, pero de algo estoy seguro: yo voy a ganar por nocaut», dijo Arce durante la nutrida conferencia de prensa este jueves, haciendo un rudimentario pero fluído uso de sus conocimientos del idioma inglés.
A su turno, su rival no menos locuaz rival no dejó pasar la oportunidad para devolverle la estocada verbal.
«Yo me preparé a conciencia. Yo me preparé para un gran campeón. Usted tiene coraje, o como decimos en mi isla, usted tiene babilla. Pero yo me preparé a conciencia y tenga claro que eso que usted esta pronosticando no va a suceder. Esa noche el referi me va a levantar la mano a mi», dijo Vázquez Jr en respuesta a Arce y su pronostico de nocaut.
Minutos antes habían hablado los co-promotores de Vazquez Jr., que son Felix Tutico Zabala y Bob Arum, para presentar a su pupilo, y el veterano mandamás de Top Rank no desperdició la oportunidad para atacar, sin nombrarlo, a su archienemigo de la empresa rival Golden Boy, Richard Schaefer.
«Cuando alguien ajeno al boxeo viene de otro negocio, como el negocio de los bancos, tiene que aprender que no se roban los peleadores, se hacen co-promociones», dijo Arum antes de presentar a Tutico Zabala, en obvia referencia a las tremendas disputas que ambas empresas han tenido en su pugna por arrebatarse contratos entre sí.
A su turno al micrófono, Zabala contó la interesantísima historia de Wilfredo Vázquez Jr., hijo del homónimo ex triple campeón mundial de origen boricua que hace apenas cinco años era croupier en un casino y empezo a boxear para ganar algo de dinero luego de ser despedido de su trabajo. «Hoy, cinco años después, Wilfredo es campeón mundial», dijo Zabala, agradeciendo a Arum el trabajo realizado a favor de su pupilo.
