La noche del 17 de marzo de 1990 es una de las más recordadas de la historia del boxeo mundial. En el Hilton Casino de las Vegas, Nevada se enfrentaban en un evento llamado «Trueno vs Relámpago» el invicto tri campeón mundial mexicano (68 peleas), Julio César Chávez, y el invicto medallista de Oro Olímpico de Los Ángeles 84 y campeón mundial, Meldrick Taylor .
Chávez, de 27 años, era el campeón mundial superligero del CMB y Taylor, de 23 años, el campeón mundial súper ligero de la FIB y el evento era organizado por Don King Promotions y Main Event.
Esa noche millones de fanáticos del boxeo asistieron al quizás más grande regreso de un boxeador en una pelea y una de las más espectaculares de la historia. Uno de los triunfos más grandes de América Latina en el boxeo y deporte mundial y una de las demostraciones de entrega y dedicación más sobresalientes del deporte moderno.
Al finalizar el round 11, Chávez le dio un golpe a Taylor que lo dejó sentido y confundido que no supo como llegar a su propia esquina al sonar la campana.
Al comenzar el último round, dos de las tarjetas de los jueces tenían ventaja para Taylor, Dave Moretti 107-102 ,Jerry Roth 108-101 y Chuck Giampa 105-104 para Chávez. Taylor había dominado la pelea en base a su rapidez y movimientos en el ring pero round a round era una pelea emotiva y con ocasiones de fuerte intercambio. Taylor aventajaba ampliamente en cantidad de golpes pero su rostro estaba muy lastimado y se veía visiblemente agotado.
Era el último round de esa pelea unificatoria y era cuestión de tiempo para que Taylor pudiera ser declarado ganador del combate, pero una insistencia y perseverante cantidad de golpes fuertes de Chávez, unidos a una escalofriante derecha que envió a la lona de forma espectacular a escasos 10 segundos de la campana final, dio vueltas de forma inexplicable a la pelea y la historia del boxeo cuando Taylor logró en un sobre esfuerzo humano levantarse en 5 segundos pero perdido y sin fuerzas existentes que le ayudaran en su instinto de sobrevivir ese épico y agónico momento. Taylor no pudo responder las preguntas del referee Richard Steele que le miraba a los ojos y vio la falta de reacción a sus preguntas de un hombre destrozado sin saber que hacer o pensar lo que lo llevó a decidir a detener el combate y declarar ganador a Chávez y mantener hasta nuestros días la interrogante de si estuvo bien detenerla faltando solo 2 segundos para finalizar porque el reloj marcó exactamente 2 minutos y 58 segundos.
La revista Ring magazine y expertos junto a fanáticos declaraban a Chavez-Taylor 1 como la pelea del año 1990 y la pelea de la década.
Si estuvo bien o no fue la mejor decisión para expertos y fanáticos al menos Taylor pudo seguir su carrera durante los siguientes 12 años hasta 2002 y realizar 21 peleas durante ese tiempo .
Las carreras de Chávez,Taylor y Steele tomaron caminos diferentes y extraños. Chávez se afianzaba como el mejor superligero de la historia, fue anfitrión de grandes eventos, Taylor estuvo hospitalizado durante cuatro días por una fractura de la cara además estuvo con deshidratación y llegó a perder 1 litro de sangre y nunca pudo recuperarse de los golpes y emoción de esa pelea y Steele siempre fue cuestionado por expertos y fanáticos quienes consideraban que faltaban solo 2 segundos y era solo quedarse de pie moribundo, acabado y mal herido para ser declarado ganador.
Aunque con el tiempo también se cuestionó al entrenador Lou Duva por insistirle a Taylor en los rounds 11 y 12 que siguiera peleando de tu a tu dejándose llevar por la emoción y no cambiar la estrategia de forma defensiva.
Chávez durante su convivencia con la prensa antes de su homenaje en Culiacán, Sinaloa en la develación de su estatua tuvo tiempo para recordar aquella majestuosa noche.
«Recuerdo los gritos de mi esquina: Si se puede por México. Vamos por México y tu puedes noquearlo. Fue la pelea más agotadora de mi carrera y por momentos estuve a punto de aceptar que perdía que estaba difícil de ganarla. Sólo quería tirar mis golpes más fuertes y ya que se acabara rápido y ni me importaba que pasara solo quería descansar, » dijo Chávez.
Por: Gabriel F. Cordero